miércoles, 15 de octubre de 2014



Una anciana muere y llega al Cielo. En las puertas del mismo se encuentra con San Pedro, y se ponen a conversar. De repente se escuchan unos gritos espeluznantes.
- No te preocupes por eso -le dice San Pedro-. Es sólo que le están haciendo los huecos en la espalda a alguien para ponerle las alas.
La viejecita se pone un poco nerviosa con esto, pero continúa conversando. Diez minutos más tarde, se escuchan nuevos y escalofriantes gritos.
- ¡¡¡Pero, Dios mío!!! -exclama la anciana-. ¿Y ahora qué está sucediendo?
- No hay nada de qué preocuparse -le contesta San Pedro-. Lo que pasa es que están haciendo las perforaciones que se necesitan en la cabeza para instalar las aureolas.
- Ah, no, eso sí que no -dice la viejecita- ¡No soy capaz de resistir todo esto!. Mejor me voy al infierno.
- ¡Pero no puedes hacer eso! -le dice el Portero Celestial- ¡No te puedes ir al infierno!. ¡Allí abusarán de ti y te violarán!
- ¡¡¡No importa, para eso ya tengo los huecos hechos!!