domingo, 28 de octubre de 2007

Un Pastuso se fue a vivir a España y dejó a María, su mujer, en Pasto habiéndole prometido ella que se portaría bien.
Al poco tiempo de llegar, recibe una carta de su mujer que decía así: "Quiero quedar embarazada, manda semen por correo". El Pastuso puso manos a la obra e hizo lo que su mujer le pedía. Al poco tiempo, recibe una carta diciendo: "Estoy embarazada".
Dos años después, María volvía a escribir haciéndole el mismo pedido con los mismos resultados. Esto se repitió en cinco oportunidades durante 10 años; María escribía y el pastuso mandaba por correo el semen.
Un día el Pastuso, con el nuevo pedido de María y aburrido de mandar semen, y además, porque tenían 5 hijos a los cuales el tenía que mantener desde España, se cansó de esa historia.
Mezcló harina, un poco de clara de huevo y leche, y se lo mandó a María.
A las cuatro semanas, María le escribe confirmando: "Estoy embarazada".
El Pastuso , pensativo, exclama:
¡¡¡ Carajo, inventé el semen !!!