jueves, 20 de agosto de 2009

Un hombre entra desesperado a una farmacia y pregunta al que atiende:
-¿Tiene Usted algo para la diarrea?.
El farmacéutico era nuevo en el negocio y rápidamente le ofreció el primer medicamento que encontró. El señor le pagó y salió muy apurado de la farmacia.
Más tarde el farmacéutico se da cuenta que por error y descuido le dio al señor un médicamento para los nervios.
Horas después el hombre regresa a la farmacia. Entonces, el tendero le dice:
-Discúlpeme señor, pero parece que le di un medicamento incorrecto, dígame, ¿se siente usted bien?.
-Claro, estoy muy tranquilo, cagado, pero tranquilo.