martes, 8 de julio de 2008

Hoy me levanté temprano, me puse los pantalones, me vestí lentamente, hice café, agarre mis palos de golf, me fui silenciosamente al garaje, puse los palos en el coche y procedí a sacar el coche del garaje bajo una lluvia torrencial. Estaba toda la calle inundada y el viento gélido soplaba a 100 kph.
Volví a entrar el coche en el garaje, puse la radio y me enteré de que el mal tiempo iba a durar todo el día. Que decepción! Entré de nuevo en mi casa, me desvestí silenciosamente y me deslicé dentro de la cama.
Despacito me arrunché contra la espalda de mi mujer, le puse la mano en la nalga y le susurré al oído:
-'El tiempo afuera está horrible', Ella me contestó medio dormida:
-'Ya lo sé. ¿Puedes creer que el guevón de mi marido se fue a jugar golf?'