martes, 11 de diciembre de 2007

Un ladrón entró a una casa con su linterna en la mano. Cuando estaba escudriñando por la cocina y el comedor, en busca de la platería, escuchó una voz extraña como de ultratumba que le decía:
- "Dios y Jesús te están mirando".
El ladrón sobresaltado, apagó la linterna y en ese momento empezó a acordarse de todas sus fechorías y maldades sin saber si eran sus nervios o qué ...
-"Dios y Jesús te están mirando"...- volvió a escuchar...
Aterrado miraba en la oscuridad a ver si notaba un brillo fantasmal o algo pero nada, entonces encendió nuevamente la linterna y alumbrando en todas direcciones vió a un loro arriba de una viga del techo que le repitió:
-"Dios y Jesús te están mirando"... Al ladrón le vino el alma al cuerpo y le dijo:
-"¡Loro HIJUEPUTA, me asustaste! de dónde saliste?"-...
-"Soy Moisés" - contestó el loro.
-"¡Hijo de la gran puta ! ... ¿Y quién fue el guevón que te puso Moisés?"El loro le respondió:
-¡El mismo guevón que le puso Dios y Jesús a los dos Rottweiler que están atrás tuyo y que ya te avisé que te están mirando!!