Un hombre entra en una taberna y pide cervezas. Cada vez que termina una botella, saca una foto del bolsillo, la mira y pide otra.
Llevaba ya 10 botellas cuando el camarero intrigado, le preguntó:
-¿Por qué después de cada cerveza mira la foto?
-¿Por qué después de cada cerveza mira la foto?
El hombre le contestó:
-Es la foto de mi mujer y cuando empiezo a encontrarla guapa comprendo que es hora de irme a casa.