Una atractiva rubia irlandesa llegó al casino. Parecía estar algo borracha y apostó 20.000 euros en una sola jugada a los dados. - Espero no se molesten, pero siento que tengo más suerte si estoy completamente desnuda. Así pues, se sacó toda la ropa, tiró los dados y gritaba: -Vamos! vamos! que mami necesita ropa nueva!!!! Cuando el dado se detuvo, empezó a dar saltos y gritó: Abrazó a los empleados, a cada uno de los jugadores, levantó sus ganancias, su ropa y se fue rá¡pidamente. Todos se miraron boquiabiertos! Finalmente uno de los empleados preguntó:
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