lunes, 18 de febrero de 2008

Dos caballeros que se movían muy deprisa en el interior de un supermercado con sus carritos de compras se chocan.
Uno le dice al otro:
- Perdóneme usted; es que busco a mi señora.
- Que coincidencia, yo también. Ya estoy desesperado.
- Bueno tal vez le pueda ayudar. ¿Cómo es su señora?.
- Es alta, de pelo castaño claro, piernas bien torneadas, pechos firmes, un culo precioso, en fin muy bonita... ¿y la suya?.
- Olvídese de la mía, vamos a buscar la suya