martes, 9 de marzo de 2010

Esta era una pareja de recién casados, y el primer día ella prepara unos huevos rancheros para el desayuno. Cuando el marido ve el plato, exclama:
-¡Está para chuparse los dedos!
Ella al instante dice:
-¿De verdad mi amor?, que rico que te gusten.
Y él contesta;
-¡Sí la verdad prefiero chuparme los dedos antes que comerme esta porquería!!!!!