martes, 28 de abril de 2009

Aporte de Vicky Escrucería desde Pasto - Colombia.

Un tipo va al Psiquiatra.
- Lo mío es serio, doctor: últimamente cuando me acuesto, me tapo, y antes de apagar la luz, se me aparece delante de mi, parado sobre la frazada, en mi pecho, un enanito verde, me mira fijo y me pregunta:
- ¿Hiciste pipí?
y yo ahí nomás... me hago pipí en la cama.
- Sin dudas debe haber una fijación en su niñez cuando le enseñaron a controlar sus esfínteres, comenzaremos un tratamiento muy bueno.
Pasan varias sesiones y el psiquiatra vuelve a preguntarle al tipo como andaba.
- Igual, me acuesto, aparece el enanito verde, me mira fijo y me pregunta: - ¿Hiciste pipí? y yo no puedo dejar de hacerme pipí en la cama. Entonces el doctor le dice:
- Humm... vamos a cambiar a una terapia más directa. Esta noche cuando se acueste y se le aparezca el enanito, mírelo también fijamente a los ojos y con voz firme y convencida respóndale: - ¡Si, hice pipí carajo!... Venga mañana y me cuenta.
Al otro día viene el tipo y el Psiquiatra le pregunta:
- ¿Y, cómo le fue?
- Dr, un desastre
- ¿Hizo lo que le dije?
- Sí. Me acosté, me tapé y apareció el enanito verde y me preguntó:
- ¿Hiciste pipí? lo miré fijamente y con valentía le dije:
-Sí, hice pipí carajo. Y el enanito me miró fijo y me preguntó
- ¿Y popó?