miércoles, 17 de septiembre de 2008

Había un señor que al salir de su casa para tomar el transporte público siempre le decía otro hombre:
-Adiós, cornudo.
El tipo no entendía nada, y así pasaron 5, 6, 7 días y lo mismo.
Entonces, el señor le dice a su esposa:
-Oye, sabes que todos los días un hombre me dice: -"Adiós Cornudo". La esposa ni le puso atención.
Al siguiente día cuando salió de la casa el mismo hombre le dijo:
-¡Encima de cornudo, chismoso!