- Oye Alberto, ¿Nunca se te ha ocurrido comprarme flores?
- ¿Para qué? Si todavía no te has muerto...............
En el juzgado, el juez le pregunta a la esposa de la víctima:
-- 'EULALIA MANTILLA ACEVEDO, se le acusa de haber matado a su esposo'
-'Es que como que lo maté pero.... no lo maté...
estábamos jugando a la lluvia'
- 'A ver, María, explícame eso'
- 'Es que le estaba lavando los calzoncillos, cuando llegó mi marido, agarró
el balde de agua, me lo tiró a la cara y me dijo:
- Cómo llueve, no?!
Entonces me enfadé, agarré el detergente, se lo tiré a la cara y le dije:
-Cómo nieva!!!!
El agarró un puñado de piedras, me los tiró a la
cara y me dijo:
- Cómo graniza!!!!!
Con lo que me arreché, cogí otro puñado de piedras, se lo tiré a la cara y le repetí:
- Uy si!! cómo graniza!!!
Después agarró su correa, me dio un latigazo con ella, y me dijo:
-Cómo relampaguea!!!!!
Entonces, yo ya muy berraca, como no llevaba correa, cogí un machete y le hice:
-... ZAS!!!.. a la cabeza !!!!!!! COMO QUE TE
PARTIO UN RAYO GRAN HIJUP...!!!!.....pero era jugando.
A veces por los afanes, cometemos algunos errores idiomáticos....
Una pareja fue entrevistada en un programa de televisión porque estaban casados desde hacía 40 años y nunca se habían peleado. El periodista, lleno de curiosidad, pregunta al marido: -Pero ustedes, ¿nunca han discutido?
-'No', respondió el marido
-¿Y cómo es eso?
Cuando nos casamos mi mujer tenía una yegua que apreciaba muchísimo, era lo que mas quería ... Era la criatura que ella más mimaba en la vida..
El día de nuestra boda fuimos de luna de miel en nuestro Carruaje tirado por la yegua.
En el camino hacia nuestro destino la yegua tropezó. Mi mujer le dijo con voz firme a la yegua:
-UNO.
A mitad de nuestro destino la yegua tropezó de nuevo. Mi mujer miró a la yegua y dijo:
-DOS.
Al llegar a nuestro destino nuevamente la yegua se tropezó, y mi mujer bajó y le dijo:
-TRES.
Acto seguido sacó la pistola y le pegó cinco tiros a la yegua.
'Yo totalmente sorprendido y molesto le recriminé:
-¡Estúpida, asesina, por qué has matado a la yegua eres una pendeja, una bruta!
Mi mujer me miró fijamente y me dijo:
-"UNO" , Y desde entonces NO HAY PLEITOS ENTRE NOSOTROS
Dos curas estaban hospedados en un convento para participar en un gran evento religioso.Para no incomodar a las hermanas que residían allí, los padres salían poco de su cuarto y tomaban el baño muy tarde, a fin de no encontrarse con ninguna de las monjas. Una noche, salieron de su celda para tomar el baño. Estando allí, se dieron cuenta de que no había jabón. Entonces, uno de ellos dijo:
-“Yo tengo jabones en mi cuarto, voy a buscarlos”. Pensando en ganar tiempo y sin imaginar que pudiera aparecerse alguien a esas horas, el padre fue a buscar los jabones completamente desnudo. Ya en su cuarto, tomó dos jabones, uno en cada mano, y se dirigió al baño, donde lo esperaba el otro padre. A mitad del corredor, se encontró con tres monjas, que se quedaron perplejas. Como no había donde esconderse, el padre se pegó a la pared y se quedó inmóvil, como una estatua. Las tres hermanas se acercaron a la estatua, admirando la perfección de la obra, hasta que una de ellas llevó una mano a los genitales y tiró del miembro del padre, que, asustado, dejó escapar un jabón. La segunda monja exclamó:
-“¡Madre mía! ¡Es una estatua distribuidora de jabones!”. Las hermanas se quedaron maravilladas y, para comprobarlo, otra hermana también tiró del miembro del padre, que inmediatamente soltó el otro jabón.
Entonces, la tercera monja repitió la operación, pero no cayó ningún jabón. Intentó tirar una vez más, y otra vez, y otra vez, para recibir un jabón. Y... nada.